LOUISE BROOKS, la chica del casco negro
De buena familia, bailarina en Broadway, su rostro enigmático, perpetuamente entre paréntesis por un peinado característico rematado por un flequillo recto, enamoró a los cineastas de la Nouvelle Vague que la redescubrieron después de veinte años de olvido.
..."Una de las ventajas que tiene el sentir curiosidad por la historia del cine es poder explorar otras épocas donde no se bombardeaba al público con caras campañas de marketin ni las columnas de cotilleos estaban protagonizadas por Jennys de polígono de usar y tirar, sino por gente como Greta Garbo y Charles Chaplin, o la estrella que hoy nos ocupa: Louise Brooks"...
(Fragmento extraído de El terrario de Donovan)
Tropecé un día con tres fotos de Louise Brooks por casualidad. Atraído y cautivado por su belleza, las coloque en mi perfil de una red social. La verdad es que no sabía nada de ella, ni siquiera su nombre. Pronto comprobé que Louise Brooks cautiva por igual a hombres y mujeres. A causa de aquellas tres fotos comencé a recibir mensajes de chicas desconocidas. Una de ellas me dijo: "Debes ser un hombre muy sensible para colocar estas fotos", para seguidamente insinuar la posibilidad de una cita. Pero hubo una chica, Marian, que me hizo la pregunta del millón: "¿Quién es?". Y me puse a investigar. Lo que descubrí es la base de este articulo.
Louise Brooks es una de las caras más famosas del cine mudo.
Myra Brooks, la mamá de Louise. La familia Brooks
vivía en |
Nació el 14 de noviembre de 1906 en Cherryvale, Kansas, Estados Unidos. Fue la segunda de cuatro hijos. Su padre, Leonard Brooks, era abogado y su madre, Myra, una pianista de talento.
Su corte de cabello es el rasgo más distintivo de su imagen |
Sus padres le inculcaron desde pequeña una gran pasión por los libros y la música.
Inició su carrera artistica a los cuatro años como bailarina.
A los nueve años un pederasta del barrio abuso de ella.
Este suceso marcó su vida y su carrera. Refiriéndose a el, en sus últimos años declaró:
"... Soy incapaz de sentir el amor verdadero. Este hombre debe haber tenido mucho que ver con la formación de mi actitud hacia el placer sexual..."
Cuando, años después, contó el incidente a su madre, ésta suguirió que debía de haber sido culpa suya.
A los catorce años bebía alcohol.
A los quince años fue descubierta por Ted Shaw.
Fue admitida como bailarina en la compañía de danza moderna de la escuela Denishaw, con Martha Graham, Ruth St Denis y Ted Shaw inició una gira por todo el país.
"Aprendí a actuar mirando bailar a Gloria Graham y a bailar viendo actuar a Chaplin".
Louise Brooks.
Louise mostraba poco respeto hacía Ruth St Denis y se negó terminantemente a unirse a la adoración mostrada hacía ella por el resto de sus compañeras. Naturalmente fue despedida.
Desempleada y herida en el orgullo, Louise fue cobijada por la protección de su amiga Barbara que la instruyó en el manejo social.
Ambas viajaron a una escuela de París, inexplicablemente a los pocos días Barbara decide regresar a Nueva York. Sin dinero ni conocidos, Louise se queda en Europa. Consiguió trabajo en El Café París de Londres, donde bailaba el charleston ante una selecta clientela.
Poco después decidió regresar a nueva York.
Bajo la protección de amigos influyentes consiguió entrar como bailarina en las Ziegfield Follies de Broadway.
Fue descubierta por la Paramont, los estudios cinematográficos para los que rodó la mayoría de sus películas.
Su primer film sería Street of Forgotten Men, 1925.
Poco después comenzaría a interpretar papeles de protagonista en diferentes comedias a lo largo de los dos años siguientes.
Por esta época mantuvo contactos sexuales con Chaplin.
Howard Haws la dirigió en 1928 en A Girl in Every Port. Su papel de vampiresa la ayudó a ser conocida en Europa.
1928 fue su año cumbre en Estados Unidos. Ganaba 500 dólares semanales.
Le transmitió a las escenas de su vampiresa de A Girl in Every Port un impacto sexual inusitado. Fue más popular en Europa que en Estados Unidos.
Su mejor actuación en una película estadounidense fue en Boggars of life (1928).
Interpretaba a una chica de pueblo victima de un abuso sexual, que escapa, disfrazada de chico, con dos vagabundos (Richard Arlen y Wallace Beery) que encuentra en un tren.
En algunas ocasiones, Louise Brooks, ha sido calificada de andrógina. Tal vez su travestismo en Boggars of Life y su escaso pecho hayan motivado tan poco afortunada afirmación.
Por aquella época se movía por la alta sociedad y era una invitada habitual a las fiestas del multimillonario William Randolph Hearts.
Su peinado marcó estilo y muchas mujeres se cortaban el pelo imitándola.
¡Atención!, que esto se pone calentito...
Se la conoce principalmente por sus papeles en películas mudas durante la última mitad de la década de 1920, pero sobre todo por tres películas realizadas en Europa entre 1929 y 1930.
La caja de Pandora y The Diary of a Lost Girl (El diario de una chica perdida), ambas dirigidas en Berlín por Gerg Wilhelm Pabst, estan consideradas obras maestras.
La tercera película europea la rodó en Francia a las ordenes de Augusto Genina. Su titulo: Prix de Beaute.
Las tres películas fueron censuradas debido a que su contenido fue considerado demasiado "adulto". Provocaron además un escándalo por el tratamiento abierto de la sexualidad y por su fuerte crítica social.
Louise Brooks se había marchado a Europa tras negarse, en los inicios del sonoro, a hacer una nueva versión hablada de su película The Canary Murder Case.
En La caja de Pandora interpretó a Lulú, una vampiresa sexual que acaba siendo asesinada por Jack el destripador, tras arrastrar a todos sus amantes a la perdición.
Esta es la película que convirtió a Louise en un mito. El film es interesante por el tratamiento moderno que se hace de la sexualidad introduciendo por primera vez el lesbianismo en la pantalla.
Lulú es, sin duda, la caracterización más importante de su carrera.
Sus películas europeas, sin embargo, pasaron desapercibidas para el gran público debido a que en aquel momento se produjó la eclosión del cine sonoro, perdiendo el cine mudo rápidamente su atractivo.
Cuando decidió regresar a Hollywood, tras su periplo europeo, se encontró incluida por los estudios en las listas negras. Por este motivo no pudó volver a disfrutar del éxito que había tenido antes de marcharse a Europa. En 1938 se retiro definitivamente.
Hizo 24 películas durante toda su carrera.
LA CAJA DE PANDORA
Es una pelicula de Georg Wilhelm Pabst basada en las obras de Frank Wedekind sobre Lulú. Wedeking povocó un gran escándalo en la decimonónica sociedad alemana con El espiritú de la tierra (1895) y La caja de Pandora (1902). Dos dramas teatrales cuyo personaje central, Lulú, es una sensual femme fatale. Dotada de una apariencia frágil e inocente hechiza a hombres y mujeres arrastrandolos con su hipnótico encanto hacia la ruina moral y social, incluso a veces hasta la muerte. Lulú se mueve en ambientes desenfrenados, dedicados a los placeres mundanos del baile, la bebida o la moda, por los que navegan las luces y sombras del ser humano: amor, lujuria, codicia, envidia, engaño traición, celos, violencia, asesinato. Además de los virulentos ataques contra la burgesia y la tradición de la época que emanan de los textos. Por ello fueron duramente censurados, incluso acusados de pornograficos por su contenido erótico, circunstancias que acompañaron la agitada existencia del díscolo escritor.
Lulú es una tentadora inocente cuya sexualidad directa acaba arruinando la vida de quienes la rodean.
Pabst fue criticado en su momento por elegir a una actriz extranjera para un papel esquemáticamente alemán.
Sin embargo, el principal motivo de que la película sea recordada es la interpretación de la actriz estadounidense Louise Brooks.
Louise es la vampiresa aniñada por excelencia.
El corte de pelo que lucia todavía es conocido en nuestros días como Louise Brooks o Lulú.
ARGUMENTO
La película esta organizada en evidentes actos teatrales.
Comienza en una burguesa sala de estar de Berlin. Lulú es la idolatrada amante de Peter Schön, un hombre viudo director de un periódico. Lulú se muestra cordial con Alwa, el hijo adulto de su amante, incluso con el alcahuete enano Schigolch, que es, quizás, su padre, quizás su primer amante.
Schön anuncia su intención de volver a casarse pero, al parecer, Lulú se ha entregado al guardia de seguridad de un club nocturno. "Uno no se casa con una mujer como ella", dice el director de periodico a su hijo. Sin embargo, tras un incidente en un cabaret rompe su compromiso y pide a su amante que se case con él, a sabiendas de que significara su muerte.
Aunque Schön, su marido, se suicida, Lulú es acusada de su asesinato. Huye con Alwa, Schigolch y su admiradora lesbiana, la condesa Geschwitz y llegan a un casino flotante sobre el Sena. Lulú casi es vendida a un burdel egipcio y Alwa es sorprendido haciendo trampas. Finalmente acaba en un brumoso Londres perseguida por Jack el destripador.
Pabst rodea a Brooks de personajes secundarios sorprendentes y de escenarios deslumbrantes.
No obstante, es la personalidad de Brooks -vibrante, erotica, aterradora, conmovedora...- la que cautiva al público moderno.
La caja de Pandora es la primera película en tratar el lesbianismo. |
La interpretación de Brooks es muy poco amanerada para el cine mudo, desprovista de los trucos de la mímica y el maquillaje expresionista.
También es muy sincera. Nunca intenta forzar el sentimentalismo y el público se ve obligado a reconocer que Lulú es una mujer destructiva, a pesar de que haya sucumbido bajo su hechizo.
La obra original esta ambientada en 1888, año de los asesinatos de Jack el destripador.
Aunque Pabst imagina un escenario fantástico pero contemporáneo, que parece situarse en la modernidad del Berlin de los años veinte.
Lulú en las rodillas de Jack, el destripador. |
Luego Pabst retrocede para situar la escena del crimen en el brumoso Londres de Jack el destripador.
Es la primera incursión de un cineasta en la mente de un asesino múltiple.
Lulú, convertida en puta callejera, atrae a Jack el destripador, que aparta el cuchillo e intenta con todas sus fuerzas no matarla, pero el ansia de apuñalarla acaba por dominarle.
Lulú con el hijo de su marido. |
Por lo que a ellos respecta, Pabst no había hecho otra cosa que filmar a una autómata.
La crítica estaba acostumbrada al típico amaneramiento de las interpretaciones del cine mudo. Brooks era natural. Si a esto se le añade que nunca entendieron que Pabst eligiese una actriz foránea para interpretar a un personaje eminentemente alemán, el resultado es evidente: Se cebaron con Brooks.
Pabst, que ya había rodado títulos destacados como Bajo la mascara del placer (1925), con Greta Garbo o El amor de Jeanne Ney (1927), adaptó las obras de Wedekind en colaboración con el guionista Ladislao Vajda. Condensaron las dos obras en ocho actos y eliminaron algunos personajes.
CON EL PASO DEL TIEMPO, LOS CRITICOS FUERON MAS GENEROSOS:
Una actriz que no necesitaba dirección y que al moverse por la pantalla hacía nacer una obra de arte con su sola presencia.
Lotte H. Eisner, crítica alemana.
Una actriz de gran brillantez, una personalidad luminosa y una belleza sin paralelo en la historia del cine.
Kevin Brownlow, director de cine inglés e historiador del cine.
Una de las figuras más potentes y misteriosas en la historia del cine... Fue de las primeras en llegar al corazón de la actuación para la pantalla.
David Thomson, crítico inglés.
Louise Brooks era la única mujer que tenía la habilidad de transfigurar no importa qué película en una obra maestra... Louise es la aparición perfecta, la mujer soñada, el ser sin el cual el cine sería poca cosa. Ella es mucho más que un mito, es una presencia mágica, un fantasma real, el magnetismo del cine.
Aquellos que la han visto no la pueden olvidar. Es la actriz moderna por excelencia... Apenas aparece en la pantalla, la ficción se esfuma al tiempo con el arte, y uno tiene la impresión de estar viendo un documental. Es como si la cámara la hubiera tomado por sorpresa, sin su conocimiento. Es la inteligencia del proceso cinematográfico. Personificación perfecta de lo fotogénico, ella encarna todo lo que el cine redescubrió en sus últimos años de silencio: la naturalidad y la simplicidad completas. Su arte es tan puro que se vuelve invisible.
Henri Langlois, director de la Cinemateca Francesa.
LOUISE BROOKS, INSPIRADORA DE COMICS
Las heroínas de comic Dixie Dugan (John H. Striebel) y Valentina (Guido Crepax) estan inspiradas en Louise Brooks y su famoso corte de cabello.
Valentina comenzó a publicarse en 1965.
Dixie Dugan era el personaje de una tira de prensa que se inicio en la década de los años veinte y funcionó hasta 1966.
Hugo Pratt, otro creador de comics, también la uso como inspiración para la creación de personajes, incluso tomó su nombre.
ENTREVISTA A CREPAX:
Rita Sala entrevista a Crepax para il messaggero. 10 de agosto de 1985.
Rita Sala: ¿Cómo fue que Crepax eligió a la modelo para Valentina? O, mejor aún: ¿Por qué Louise Brooks se encuentra presente en gran parte de su trabajo?
Guido Crepax: Yo conservaba una fotografía de la Brooks, desde muchos años antes de Valentina; quizás diez años antes, si consideramos que Valentina nació en 1965. La encontré en Stipario, una revista de cine y teatro. En ella se veía a la actriz, al lado de un ventilador... Y conservé la foto, porque siempre me he sentido atraído hacia ese tipo de mujer, no digo masculina, pero con el cabello corto, efébica, exactamente del tipo de la Brooks en la época en la que aún no estaba de moda verse así. Valentina adoptó el cabello de la actriz, porque esa era mi debilidad: se parecía a ella, pero también a muchas otras modelos en boga por aquellas épocas. Digamos que el binomio Brooks-Valentina fue, más que nada, una cuestión de cabello.
RS: ¿Cuál fue su primer contacto con el cine de Brooks? ¿Fue por mucho tiempo esa fotografía la única inspiración para Valentina?
GC: Vi las películas de Pabst muchos años después de haber creado a Valentina. Vi a la magnífica Lulú, interpretada por la Brooks; vi el "Diario de una Mujer Perdida"... y continuaba sintiéndome atraído por esa mujer, a la cual había empezado a apreciar también como actriz. Pero la gran eficacia, la gran belleza radicaba en la cinematografía. Siempre me he sentido indefenso, emocional y formalmente, ante aquella etapa del cine. Una época más que fascinante, en la que Louise Brooks se alzó como uno de los mitos, una de las musas.
RS: ¿Se han encontrado cara a cara, alguna vez?
GC: Le escribí en 1976, pero jamás nos hemos visto en persona. Incluso le envié un par de volúmenes de Valentina, y ella me respondió con gran afecto. Nació entre nosotros una especie de cariño a distancia, a pesar de no hablar el mismo idioma. Me dijo que se sentía feliz, por haber inspirado a Valentina. Más aún, llegó a creer que ella misma era o había sido el personaje, y no sólo la figura que lo inspiró. La verdad, yo no lo considero así. Le gustaba convencerse a ella misma de haber sido Valentina... A propósito, en mi último libro, hay una frase deValentina que dice: "Yo, de Louise Brooks, he rescatado sólo el cabello", como para restablecer los hechos, tal y como son en realidad.
RS: ¿Qué crees haber tomado y aportado, en referencia a Louise Brooks?
GC: He recibido una idea formal, una sugerencia de época, relacionada (repito) a un determinado tipo físico, a un cine, a una moda. Por otro lado, he aportado, y esto quisiera decirlo sin ninguna presunción, al redescubrimiento de una actriz olvidada. En los años sesenta, muchos, incluso cultores de la materia, ni siquiera sabían si aún estaba con vida. Valentina la devolvió al mito, la ha hecho descubrir por quien jamás se hubiera preocupado en investigar acerca de ella, si no en calidad de arqueología cinematográfica.
ENTREVISTA A LOUISE BROOKS:
Sobre Crepax y Valentina, realizada por Maria Bosio para la RAI TV en 1977.
Louise Brooks: Un día bajé al primer piso, para recoger el correo, y encontré un extraño paquete, que venía desde Italia. Lo abrí, y era un libro. Naturalmente, yo no entiendo italiano, así que tampoco entendí aquel libro (se trataba de "A Proposito di Valentina", de editorial Quadragono Libri). No sospechaba en absoluto quién me lo había podido enviar. Estaba verdaderamente perpleja. Fue así que decidí escribir al editor. De esta manera, me fue enviada una copia en inglés del texto, así como algunos datos acerca de Guido Crepax. Luego, el mismo Crepax me escribiría una carta deliciosa, la cual respondí instantáneamente.
Maria Bosio: Louise, ¿Qué sentiste, al saber que habías servido de inspiración para una historieta?
LB: No era la primera vez que me sucedía, pues existía ya el precedente de Dixie Dugan. Ha sido maravilloso. No tengo noticias de otra actriz que haya servido de inspiración para dos historietas. Y digo que fue estupendo porque, por años, yo había estado viviendo algo así como una segunda vida. De hecho, fue recién durante la década del cincuenta, que mis películas empezaron a proyectarse nuevamente. Para entonces, yo había olvidado por completo lo que se sentía ser popular.
MB: ¿Qué opinión le merecen las misivas de Crepax?
LB: Son las cartas más tiernas que jamás haya leído. Son incluso mejores que aquellas que hubiera podido escribir un americano. Su inglés es maravilloso. ¿Cómo así?
MB: Su esposa habla un excelente inglés. Supongo que fue ella quien lo ayudó a escribir.
LB: Ah, entonces, he sido engañada! Y pensar que alguna vez le escribí: "Tu inglés es maravilloso".
MB: Muchas feministas se oponen al arte de Crepax, pues sostienen que en sus historietas se concibe a Valentina, y a la mujer en general, como un objeto.
Louise Brooks. |
LB: A menudo he reflexionado acerca del movimiento de liberación femenina, y soy una convencida de que las mujeres no cambiarán al mundo. ¿De verdad piensan que los hombres están dispuestos a renunciar al control que tienen sobre ellas? ¿Podrían siquiera imaginarlo? En cuanto respecta a Crepax, es obvio que usa a la mujer como un objeto. ¿Por qué no podría hacerlo? Siempre ha sido así. No veo la manera en que el mundo pueda cambiar, en ese sentido. De todos modos, cuando regreses a Italia, dile a Crepax que lo amo.
LOUISE BROOKS, FRASES
"Todo actor tiene una animadversión natural hacia cualquier otro actor, presente o ausente, vivo o muerto".
"No hay otro trabajo que se parezca más a la esclavitud que el de ser estrella de cine".
"El gran arte del cine no consiste en el movimiento descriptivo de la cara y el cuerpo sino en los movimientos del pensamiento y el alma transmitidos en una especie de intenso alejamiento".
"Una estrella brilla por si misma, pero muchas veces la soledad es la condena"
Un saludo.