Katharine Hepburn                                 






Katharine Hepburn era del todo consciente de su personalidad pública, y sabía que no era la misma que su personalidad privada. Daba a su personalidad pública un nombre: "la Criatura", y decía que debía escribirse con C mayúscula.


..."No conservo retratos aquí en mi hogar de mi yo profesional porque esos no son retratos míos. Son fotografías de la Criatura, y yo no la traigo a casa. No le permito entrar en mi casa"...


..."Te diré alguien por quien sentí lástima. Era Marilyn Monroe. ¿Sabes por qué?. Dejó que su criatura tomase el control". 
(Katharine Hepburn)







Cuando Kate conoció a Spencer


Katharine Hepburn exigió a la Metro a Spencer Tracy como pareja para rodar La mujer del año. Cuando ella le vio, frente a frente, en el estudio, no pudo menos que exclamar:


     -Me parece señor Tracy que usted es demasiado bajito para mí.


Spencer, sin apenas pestañear, le respondió ágil:


    -No se preocupe. La rebajaré hasta dejarla a mi altura.


Ese fue el inicio de una relación que duro 29 años, hasta la muerte del actor en 1967.





¡Apártese Sr. Hawks!



Durante el rodaje de “La fiera de mi niña” (Bringing up Baby, 1938) Katharine Hepburn acabó en más de una ocasión con la paciencia del director Howard Hawks.


Cierto día, durante una pequeña interrupción en una de las escenas, la actriz comenzó a hablar sin parar.


Hablaba hasta por los codos y el director ordenó a su ayudante mandar a todo los miembros del equipo de rodaje que se sentaran y observasen en silencio a la charlatana actriz, para ver si, de este modo, dejaba de parlotear y podían continuar con la filmación.


Pasó un buen rato hasta que Kate se dio cuenta de lo que estaba sucediendo y preguntó inocentemente:


«¿A qué estamos esperando?»


Hawks, con el mal genio que le caracterizaba, contestó:


«Estábamos esperando a que el loro se callase»


El equipo de Hawks echó una carcajada y a la actriz no le sentó demasiado bien, por lo que pidió al director tener unas palabras en privado con él. Se apartaron a un lado del set de rodaje y ella le dijo enojada:


«Howard, todas estas personas son amigas mías- dijo señalando al equipo técnico -si dices cosas así sobre mí, podrías tener algún problema»


Hawks miró hacia arriba y observó a un electricista colocando un voluminoso foco y mirando hacia él le preguntó:


«Edie, si tuviese la oportunidad de dejar caer ese foco sobre la Srta. Hepburn o sobre mí ¿qué escogería usted?»


La respuesta del electricista fue:



«¡Apártese Sr. Hawks!»




Marlene Dietrich                              



Sin intermediarios, por favor


Encontrándose en su lecho de muerte, los familiares de Marlene Dietrich mandaron llamar a un sacerdote para que le diera la extremaunción.


Tal y como entró por la puerta de la habitación el religioso, la actriz le espetó:



- ¿Para qué debo hablar con usted? En poco tiempo podré hacerlo con su jefe.










Marilyn Monroe                                



Un crítico con mala uva


El dramaturgo Marcel Achard acompañó a un crítico de cine amigo suyo a la proyección de un film de Marilyn Monroe.


Al salir de la sala, el crítico le comentó:


-Es muy mona, pero como actriz no vale nada. La voy a destrozar en mi crítica



-Pues mándame los trozos a casa- replicó Achard.




El intelecto y el cuerpo




Marilyn, sin artificios.

En una reunión social Marilyn Monroe se cruzó con Albert Einstein, ella le sugirió lo siguiente: “Qué dice profesor, deberíamos casarnos y tener un hijo juntos. ¿Se imagina un bebe con mi belleza y su inteligencia?”. Einstein muy seriamente le respondió: “Desafortunadamente temo que el experimento salga a la inversa y terminemos con un hijo con mi belleza y su inteligencia”.



Marilyn, contrariamente a la creencia generalizada, era una mujer extremadamente inteligente con un coeficiente mental de 165. Por desgracia su intelecto estaba lastrado por la enfermedad, los miedos y las adicciones.




Roger Kemble y su hija, Sarah Siddons                 



Sarah Siddons como Eufrasia
en la obra The Grecian Daughter
de Arthur Murphy, en el Teatro
Real, Drury Lane, en 1782.

El director de teatro Roger Kemble tenía terminantemente prohibido a su adolescente hija Sarah (de adulta Sarah Siddons) que se acercara a los jóvenes actores con los que trabajaba, ya que quería para ella “un buen matrimonio”.


Un día, Kemble se enteró que la jovencita se estaba viendo a escondidas con uno de sus actores:


-Cariño ¡pero si es el peor actor de la compañía!



-Exacto -replicó Sarah- Nadie podría llamarle actor. Así que no he incumplido en absoluto tus normas. 













Elvis Presley, Juliet Prowse y Frank Sinatra                      



Escarceos amorosos


En 1960, durante el rodaje del film G. I. Blues, protagonizado por Elvis Presley, éste tuvo unos escarceos amorosos con la actriz de la película Juliet Prowse.


El problema era que la actriz, en aquellos momentos, estaba comprometida con Frank Sinatra.


El rey del rock tenía sus encuentros amorosos en el camerino y apostaba en la puerta a Red West, un amigo de la infancia del cantante que en aquellos momentos le hacía de guardaespaldas.


En cierta ocasión, Red quiso gastarle una broma a su amigo y aporreó fuertemente la puerta anunciando que Sinatra se acercaba por el pasillo. Cuando Elvis se asomó comprobó que se trataba de una broma.


Días después, los amantes se encontraban en la habitación de Juliet en el hotel de concentración del equipo de rodaje.


Sonó el teléfono y Red advirtió de la presencia de Frank Sinatra en el hall del hotel. Elvis no le creyó y le colgó el teléfono.



Instantes después, Elvis abandonó la habitación cuando al girar el pasillo choco de bruces con Sinatra.




Marie Charlotte Eugénie Doche y Alejandro Dumas (hijo)           



Una duda de vestuario


La actriz Marie Charlotte Eugénie Doche, estaba nerviosa ante su debút en el estreno de la adaptación teatral de “La dama de las camelias”. No sabía que vestuario utilizar y para ello consultó al autor:


«Querido Dumas, ¿cómo me visto para interpretar a una prostituta?»


A lo que Alejandro Dumas(hijo) respondió sin inmutarse:



«No se preocupe. Uno de los que acostumbra a llevar a diario le servirá»







Julia Roberts                                          



Un televisor poco sugestivo


Durante la ceremonia de los “Oscar” del  año 2001, para que la gala no se alargase (la anterior había durado más de cuatro horas) la Academia anunció que premiaría al discurso más breve con un espectacular televisor.


Julia Roberts recogió el Oscar de ese año como mejor actriz, por su interpretación en la película “Erin Brockovich” y cuando estaba en el escenario dijo:



-Qué demonios, yo ya tengo tele, y como no sé si voy a volver a estar aquí arriba en toda mi vida, me voy a tomar el tiempo que necesite para agradecer el premio a quien quiera.






Jean Acker y Rodolfo Valentino                     



El efímero matrimonio


Sonado fue el romance que mantuvieron las dos estrellas del cine mudo, Rodolfo Valentino y Jean Acker, que acabó en un fugaz y corto matrimonio que se acabó la misma noche de bodas, cuando la recién casada decidió abandonar a su recién estrenado marido.


Al ser preguntada por el motivo de tal rápida separación, la actriz contestó:



-Valentino es un buen amante… pero de la tranquilidad.









Ada Rehan                                            



No digas nada


Ada Rehan, actriz de teatro de finales del siglo XIX, solía recordar con cariño una anécdota que le ocurrió en una obra de teatro en la que un joven actor se quedaba en blanco en medio de una obra.


En dicha escena, él le hacía una pregunta vital y ella callaba y la siguiente réplica del muchacho debía ser “No digas nada”, pero se bloqueó y se quedó mudo.


Ada esperaba para darle la réplica y, como él no arrancaba, el apuntador le susurró:


-No digas nada… No digas nada.


Histérico, el joven actor se fue hasta el apuntador y le recriminó:



-¿Cómo demonios quieres que diga algo si no recuerdo que tengo que decir?




Sonoros patinazos                                           


Pamela Anderson y la contaminación
(El bisturí no pudo embellecer el cerebro)


No es extraño ver de tanto en tanto a alguna “celebrity” apoyando causas solidarias y comprometidas con el medio ambiente, pero ello no implica que, de vez en cuando, alguna defienda sus ideales de una forma un tanto rocambolesca.


Fue el caso de la famosa ex vigilante de la playa, Pamela Anderson, que en unas declaraciones dijo lo siguiente:


-No es la contaminación la que está dañando el medio ambiente. Son las impurezas en nuestro aire y en nuestra agua las que lo  están haciendo.









Brooke Shields, el tabaco mata



El lago azul.

La actriz Brooke Shields fue reclutada por el gobierno en una campaña federal antitabaco en los Estados Unidos, en una de las charlas públicas que daba, durante la conferencia se hizo un poco de lío y soltó lo siguiente:

-Fumar mata. Y si te mueres, has perdido una parte muy importante de tu vida.